Poco a poco en España va creciendo el interés por equipar los automóviles con sistemas de transmisión automática. Partimos de una base de aceptación prácticamente nula durante estos últimos años sobre todo en comparación con otros mercados como el norteamericano.
Tradicionalmente los fabricantes sólo incorporaban sus cajas de cambio automáticas a los vehículos de gama media o alta. Esta tendencia se está invirtiendo y hace que prácticamente se pueda montar una caja de cambios automática en cualquier gama de vehículos.
Tras años intentando penetrar en el mercado, los cambios automáticos no terminaban de imponerse frente al cambio manual, alguno de los motivos son por falta de desconocimiento de su mantenimiento o por la falta de profesionales en el sector que sepan realizar una correcta reparación de cajas de cambio automáticas.
Una caja de cambios automática es aquella que puede encargarse por sí misma de cambiar la relación de cambio a medida que el vehículo inicia su marcha, haciendo así que el conductor tenga que accionar el pedal de embrague y la palanca de forma manual.
Los elementos fundamentales que componen la mayoría de cajas de cambio automáticas actuales son:
- Convertidor hidráulico de par que varía y ajusta de forma automática su par de salida, al par que necesita la transmisión
- Tren epicicloidal o combinación de ellos que establecen las distintas relaciones del cambio
- Mecanismo de mando que selecciona automática las relaciones de los trenes epicicloidales. Este sistema puede ser mecánico, hidráulico, electrónico o una combinación.
Una de las principales mejoras en el cambio automático durante estos últimos años es precisamente el mecanismo de mando, con él se puede elegir entre diferentes programas de conducción que pueden ser económico, deportivo o invierno.
Las primeras cajas de cambio automáticas surgieron durante la década de los años 40 con el objetivo de facilitar la conducción y aumentar el número de conductores.
La diferencia entre una caja manual y una automática es obvia mientras que en la primera el conductor tiene que pisar el embrague y seleccionar la marcha adecuada, en la automática la operación la realiza el vehículo mediante una centralita que percibe la presión del pedal del acelerador o freno y de forma autónoma selecciona la marcha adecuada.
Ya hemos mencionado los elementos principales de la caja de cambios automática, pero no sólo está compuesta de esos tres elementos sino que es un sistema complejo de piezas y por eso no todos los talleres están capacitados para manipular un cambio automático.
Despiece de una caja de cambios automática
- Convertidor de par: acopla la potencia del motor a las partes internas de la transmisión
- Conjunto planetario: cambian la velocidad o dirección cuando se requiere
- Bomba de aceite: genera unos 12 kilogramos de presión para la caja de cambios.
- Solenoide: electroimanes que regulan la presión dentro de la caja.
- Gobernadora: válvula que regula la presión y fuerza centrífuga del eje de salida en contacto con la caja de válvulas.
- Discos: de metal o fibra, efectúan las distintas relaciones de acuerdo con la combinación de los tambores
- Cuerpo de válvulas: denominado como el cerebro de la caja de cambios.
- Filtro de aceite: se encarga de proteger la caja de cambios contra impurezas o partículas extrañas.
- Carter: almacena el aceite de la transmisión automática
- Carcasa: protege todos los elementos mencionados anteriormente
En Grupo Barrado somos especialistas en la reparación y mantenimiento de cajas de cambio automático por ello disponemos en nuestras instalaciones de todo el material y utillaje necesario para poder operar sobre cualquier cambio, además contamos con una formación especializada y actualizada para poder ofrecer resultados con garantías